miércoles, 28 de noviembre de 2012

“Quiero olvidar, pero no puedo”



Pocas historias hay en el atletismo tan dolorosas y rodeadas de misterio como la de Wang Junxia, plusmarquista mundial de 3.000 y 10.000 metros desde septiembre de 1993. Tres años más tarde, Wang Dejó el atletismo completamente  y no se supo más hasta hace unos meses. 
Su vida, su carrera, siempre se han contado como una historia más grande, la de Ma Junren, el tiránico entrenador. El famoso Ejército de Ma que revolucionó el fondo mundial aquel 1993, y también ridiculizado en Europa y en Estados Unidos cuando hablaba de que su secreto era la sangre de tortuga y sopa de caparazón y caldo de crestas de gallo.
“Pero el secreto no era otro que el entrenamiento”, dice Wang. Estuvo tres años con Ma, y lo único que hacía era entrenarme. Una vida que comenzaba a las cinco de la mañana, corriendo 30 kilómetros en ayunas y continuaba con otros 20 kilómetros por la tarde. Todos los días. Una vida que alcanzó todo su esplendor en 1993.

Wang soportó los castigos de Ma —“les pegaba”, dice su marido, “pero no por entrenarse mal, sino por otras cosas, por pintarse, por dejarse el pelo largo, por usar sujetador...  En diciembre de 1994 todas las atletas salvo Qu Yunxia,  huyen de Ma.
Con un nuevo entrenador, Mao Dezheng, Wang se prepara para los Juegos de Atlanta, el principio de su final. Wang cuenta cómo Ma le amenazaba, llamaba a su familia, que vivió tan angustiada como ella, temiendo por su vida. Ganó  los 5.000 metros y fue segunda en los 10.000, pese a correrlos debilísima, enferma de diarrea, con migrañas, con fiebre y sin fuerzas. Fue entonces cuando Ma le obligó a retirarse, pues era muy fuerte en China y  tenía mucho poder y dijo en público que si Wang volvía a correr, le rompería las piernas o le cortaría la cabeza, o a su familia. Por eso dejó todo.
Wang hizo lo que quería. Se retiró joven y podría haber batido más récords. Se retiró porque quería proteger su vida. Porque en vez de batir récords, le habrían roto las piernas”.

Después de haber leído esta noticia, ¿ qué palabras son las que os salen?

Rocío Giles Mancilla

5 comentarios:

  1. Me gusta Rocío que hayas elegido una noticia diferente y a la vez impactante.

    Muchos deportistas, a mi parecer, son excelente ejemplos, no solo a veces de persona, sino de superación, fuerza y coraje. He sido jugadora de voleyball durante 4 años y he participado en competiciones a nivel andaluz ; los entrenamientos que hemos tenido que llevar a cabo para conseguir esa meta han sido muy duros y, en ocasiones, una se siente incapaz de seguir adelante, de luchar el último punto hasta el final, de abandonar...y para eso estaban mis compañeras y entrenadores. Hago uso de esta experiencia mía, porque esta admirable atleta ha competido a nivel mundial, era corredora de 3000 y 1000 metros, batido varios récords, y para su desgracia,no ha tenido un entrenador, que en un nivel como el suyo, se convierte en un apoyo clave. Es frustante que una persona haya sido obligada e incluso amenazada en su carrera profesional por una persona, si se le puede llamar así, que buscaba su ruina y la de su familia. Son muchos los años de sufrimiento que ha vivido, sometida a duros entrenamientos que no estaban recompensados con las horas de descanso que requiere una deportista de élite. Admiro su valentía de haber seguido adelante , a pesar de que sus compañeras se unieran a otro entrenador, pero su situación , como hemos leído era diferente a la de las demás.

    En fin, obligaría a ese entrenador a que se sometiese al castigo tan grande que le hizo pasar a Wang y , con certeza de que no lo superaría, ¡vamos a cortale las piernas!



    María Giles.

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  2. Las epopeyas deportivas chinas son las mismas que de la antigua URSS sólo para complacer al "lider"los deportistas se volvian esclavos,y para tener al dictador contento hacían todo tipo de malabarismo con tal de alcanzar un resultado,el dopín era de uso común de los países comunistas.

    Un ejemplo más de lo "democrático" y "normal" que es todo en China.

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  3. Alucinante la noticia. La manera en que ciertos entrenadores torturan a sus deportistas es indignante. El esfuerzo y trabajo diario tan alto es necesario, y más si se desea ganar un título olímpico pero sin llegar a extremos.

    Estoy de acuerdo con Pablo, que hay mil casos como este en China y la URSS, donde el régimen comunista explotaba a sus deportistas, se puede destacar a las gymnastas rusas.

    Actualmente en ciertos países la cosa no ha cambiado. Los atletas de Corea del Norte fueron amenazados, como no consiguieran un puesto decente.

    Aunque en menor medida esta notica podemos relacionarla con el escandaloso caso con el equipo olímpico de natación sincronizada, que pusieron una denuncia contra su entrenadora por continuas humillaciones y amenazas. Se deberían hacer más investigaicones sobre el entrenamiento que llevan los deportistas de élite.

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  4. Es una pena que gente que podría haber estado en un pedestal han estado en la sombra por culpa de amenazas. Quién sabe qué hubiese podido conseguir esta mujer. Me apena saber el martirio que sufrió esta chica solo porque cambió de entrenador.

    Me recuerda a las pobre jóvenes chinas que desde chicas entrenan como máquinas para ser las mejores. En el último campeonato de patinaje artístico, la competidora china era la mejor con diferencia. Poco le sirvió al resto de patinadoras esforzarse, porque ella había aprendido a ser la mejor.

    Y no quiero ni pensar en el calvario que pasan las gimnastas. ¿Nadie se da cuenta de que no crecen? Pierden su inocencia desde jóvenes luchando. Siempre. Ya de mayor lo dejan, como si no hubiese influido para nada en su vida. Sí, ya... No les influye. Solo les deja traumas psicológicos. Pero lo que importa es que salgan monas, sonrían, no fallen y lleven el oro a su país.

    No quiero señalar a los países que fomentan esta actitud sobre sus atletas, porque creo que todo el mundo lo sabe. De poco sirve acusar y apuntar con el dedo cuando nadie va a hacer nada al respecto.

    Por lo menos Wang ha conseguido contar su historia, pero me pregunto cuántas personas querrían contar la suya.

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  5. La verdad, pocas palabras me salen al leer esta noticia. Es increíble, pero cierto y esto sigue pasando hoy en día. No sé si de forma tan grave pero en China con la gimnasia se lo toman muy enserio, hasta tal punto de a las niñas romperles los huesos de las ingles para que obtengan más flexibilidad. Muchas de ellas/os tienen que dejar el colegio por la dedicación que necesitan estos deportes y otros puede que porque les obliguen. No sólo pasa esto en China con la gimnasia, también ocurre en países como Rusia, pero además en Rusia también lo hacen en el ámbito de la música, con razón se terminan convirtiendo muchos en los mejores músicos del mundo.

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