miércoles, 21 de noviembre de 2012

Absuelta en Pakistán la niña cristiana acusada de blasfemia


Rimsha es inocente. Un tribunal pakistaní ha cerrado el caso de blasfemia contra la niña cristiana de 14 años y que padece una discapacidad mental ante la falta de pruebas. El pasado agosto la niña fue acusada por un clérigo islámico de quemar páginas de textos sagrados.

Rimsha Masih pasó tres semanas encarcelada en una prisión de alta seguridad y su familia huyó de su casa. Ahora Rimsha es declarada inocente y el clérigo que la denunció está acusado de profanación del libro sagrado para denunciar a la pequeña y falsificación de pruebas. Sin embargo, continúa la preocupación por la seguridad de la niña. No sería la primera vez que justicieros islamistas aplican su ley al margen de los juzgados.

Desde que en la década de los 80 se establecieran la pena de muerte y cadena perpetua como penas para la blasfemia contra el Islam, alrededor de 1.000 personas han sido acusadas. 

                       

¿ Creéis que Rimsha merece la represaria de los grupos más radicales?Un poco de consideración a los más desafortunados...




María Giles.

1 comentario:

  1. Es cierto que no todos podemos coincidir en lo que pensamos sobre algo, pero esta vez, será una de esas veces en la que nos tengamos que poner en el lugar de la persona acusada, y darnos cuenta de que es completamente inocente.
    No existe un adjetivo que califique el pensamiento del clérigo islámico al acusar a Rimsha, una niña de 14 años que padece discapacidad mental, por quemar páginas de textos sagrados. Esto da muestra por una parte de que la religión, no siempre escoge el camino más correcto y no piensa sobre los verdaderos hechos. En qué cabeza cabe que se le pueda acusar a una niña que no sabe lo que hace, que no tiene la suficiente capacidad como para valerse por sí misma. La joven chica, por cometió un grave error; pero debemos ser justos por una vez en esta vida, y dar la oportunidad a Rimsha de continuar con la vida que le ha tocado, que ya es dura de por sí.
    Debemos pensar también en los padres, quienes huyeron durante el encarcelamiento de la niña, y ahora que por fin la tienen entre sus brazos, tienen que estar en alerta por si justicieros islamistas aplicaran su ley al margen de los juzgados.
    No creo que esta familia se merezca todo por lo que está pasando. Nadie escoge cómo ser al nacer.

    Rocío Giles Mancilla

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