miércoles, 28 de noviembre de 2012

Los recovecos del cerebro de Einstein

Cuando murió en 1955, el hijo de Albert Einstein dio permiso al patólogo que le hizo la autopsia para preservar el cerebro de su padre antes de incinerar el cuerpo.

El órgano del genio fue entonces dividido en 240 bloques de los cuales Thomas Harvey, el encargado de extraer el cerebro más brillante de la historia,  tomó fotografías para posteriormente laminarlo  y repartir las muestras a otros 18 investigadores de todo el mundo con el objeto de estudiar el motor de su genio. Sin embargo, muchas de aquellas muestras se perdieron con el tiempo y apenas se han publicado seis estudios en todo este tiempo sobre la anatomía del cerebro de Einstein. 

Ahora, a partir de imágenes originales e inéditas tomadas por el propio Harvey  la revista Brain publica un análisis sobre el cerebro más famoso y desconocido de la historia.

Comparándolo con los cerebros de otros 85 individuos corrientes, un equipo de la Universidad de Florida concluye ahora que no se trata de un cerebro más grande que el de cualquiera, pero sí con algunas peculiaridades únicas.

Las 14 imágenes inéditas muestran un cerebro con más pliegues de lo habitual y ciertas regiones de materia gris más desarrolladas que otros individuos.

Se observa un tamaño superior a la media en el caso de las regiones que transmiten los impulsos nerviosos a la lengua y el rostro y también en el córtex prefrontal, un rincón cerebral relacionado con la concentración y planificación. Hasta ahora, tanto la cantidad de materia gris como la complejidad de los pliegues cerebrales se han relacionado con un mayor cociente intelectual y más capacidades mentales gracias a mayores conexiones entre neuronas.

Los autores no se atreven a asegurar si Einstein nació con dichos pliegues extraordinarios y ciertas regiones cerebrales más grandes que la media o, por el contrario, su cerebro evolucionó y creció a partir de su intensa actividad intelectual. No saben qué fue antes, si el genio o su cerebro, por lo que planean comparar las imágenes del cerebro del genio alemán con los de otros físicos brillantes para comprobar si su excepcionalidad también se observa en otros intelectuales.

Aquí dejo la noticia



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