sábado, 9 de marzo de 2013

¿Como llegan las bacterias fecales a los alimentos?

Tras la polémica surgida con la aparición de bacterias fecales en las tartas de la empresa sueca IKEA, muchos os habéis preguntado si realmente sabemos si un producto es seguro o no. Que haya este tipo de bacterias en las tartas no quiere decir que se hayan hecho a partir de excrementos, sino que aquellas personas que han hecho estas tartas no se ha lavado las manos anteriormente. 

Los trabajadores de bares y restaurantes de EE.UU. tienen la obligación de lavarse las manos antes de volver al trabajo tras un descanso o después de haber acudido a los aseos. No es únicamente una obligación, sino que es un delito no hacerlo. Gracias a esta medida, omnipresente en carteles en todos los locales de restauración del país norteamericano, las cifras de infecciones alimentarias en EE.UU., según datos de los Centros de Control de las Enfermedades de aquel país (CDC), se han reducido. Sin embargo, los trabajadores que manipulan alimentos y no se lavan las manos después de ir al baño o no mantienen una correcta higiene siguen siendo responsables del 39% de las infecciones alimentarias que se registran en EEUU.
En España, prácticamente existen las mismas recomendaciones de higiene con el fin de evitar la contaminación de los alimentos en lugares públicos. Algunas cadenas de restaurantes, como McDonalds, hacen del lavado de manos un ritual: «Antes de entrar en cocina, el personal se lava las manos y los antebrazos con un jabón bactericida durante al menos 20 segundos, además de siempre que es necesario. Se ha establecido un programa de lavado de manos adicional por el cual un reloj se programa para que suene cada hora e inmediatamente después y de manera ordenada todos los empleados acudan a lavarse las manos. Este sistema contribuye a la seguridad de los alimentos manipulados en nuestros restaurantes». 
Las recomendaciones, según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), se extienden también al ámbito del hogar: «lavarse las manos antes de preparar alimentos y después de ir al baño; lavar cuidadosamente todas las superficies y el menaje usado durante la preparación de la comida, proteger los alimentos y la cocina de insectos, mascotas y otros animales, y guardar los alimentos en recipientes cerrados».
En un mundo «ideal» el riesgo de contaminación alimentaria estaría cercano al cero pero en éste, no. La alarma ha saltado por la retirada de tartas de chocolate y caramelo que la cadena de muebles Ikea ha tenido que hacer en 23 países después de que las autoridades sanitarias chinas requisaran el pasado año cerca de dos toneladas de estos postres importadas desde Suecia por detectar en ellas altos niveles de bacterias comúnmente presentes en el tracto intestinal humano, lo que puede indicar una contaminación fecal. En un principio se pensó que se trataba del tipo coliforme, que suelen presentarse en las heces humanas y de otros animales de sangre caliente, como caballos. Aparte del riesgo que puedan tener por sí mismas, que varía mucho dependiendo del tipo, desde inocuas a peligrosas (la Escherichia coli del brote de Alemania de 2011 era de estas últimas), son, sobre todo, indicadoras de una falta de control e higiene en la fabricación o distribución de los productos. Un portavoz de la compañía declaró que la bacteria puede haber llegado a las tartas de varias maneras: con agua contaminada o si un operario que haya descuidado la higiene. 


Más información, aqui.

Como todos sabemos, la higiene es algo muy importante en el mundo de la hostelería y la alimentación y hay numerosas normas para fomentarla. Pero conociendo casos como el de las tartas de IKEA, creo que a todos los consumidores nos da un poco de miedo comprar productos ya prefabricados porque realmente no sabemos que tiene o de que está hecho (véase el caso de la carne de caballo en productos prefabricados). Por tanto, creo que estas normas son insuficientes para respetar la higiene alimentaria y creo que lo más importante debería ser concienciar a aquellas personas que crean estos productos para ponerse un poco en la piel de los consumidores. Poco a poco, nosotros estamos perdiendo la confianza en los productos alimenticios prefabricados, y esto, puede fomentar los alimentos elaborados en casa que son más nutritivos y saludables que los prefabricados. Algo positivo dentro de lo malo.
y tu ¿Qué opinas?

1 comentario:

  1. Cuando vi esta noticia me quedé anonadada porque ya no sabemos ni que comemos ni que sustancias llevan esas comidas. Lo peor de todo es que las personas que vendían estos productos no han recibido ningún castigo y para rematar no se han llevado las manos a la cabeza para detener la venta de estos alimentos, porque les importará más el dinero que ganan que la salud de la sociedad. La mayoría de establecimientos que sirven comida rápida,por ejemplo, Mc Donals o Burger King, intentan dar la máxima calidad de sus alimentos a los consumidores cuando en realidad es totalmente lo contrario porque ¿de verdad pensáis que los productos de un euro tienen calidad? Todo esto es puro marketing con técnicas de asombro a las personas como pintar el establecimiento con colores llamativos para que al consumidor le entre hambre pero verdaderamente debemos preocuparnos de que hay realmente detrás de ese simple mostrador y averiguar de qué están hechos los productos ya que en los anuncios te lo describen como si fuese algo "perfecto" con excelente carne de vacuno.
    Esto tiene una gran importancia en la sociedad y nos puede acarrear problemas a lo largo del tiempo con enfermedades como cáncer, problemas de estómago, etc. Así que pensar antes de comer a que local vas a ir y que te vas a llevar a la boca.

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