A Cory Bennett, licenciada en derecho, nunca se le pasó por la cabeza que, tras las muchas horas invertidas en prepararse para ejercer de futura abogada y los más de 150.000 dólares invertidos en la carrera, acabaría aterrizando en Macy’s, con un sueldo de menos de diez dólares la hora.
Su historia es parecida a la de miles de licenciados de Derecho en las universidades de Estados Unidos que cada año apuestan por estudiar leyes en facultades de gran prestigio. Estas atraen a sus clientes barajando datos muy atractivos de empleabilidad, con cifras de hasta por encima del noventa por ciento en cuanto al número de graduados que han conseguido integrarse en el mercado de trabajo. Un espejismo que en muchos casos contrasta con la dura realidad de un mercado saturado de abogados y la fuerte competencia de internet.
Los recién licenciados, tras meses de infructuosa búsqueda de trabajo en su campo de especialidad, se ven obligados a tener que aceptar el primer empleo que encuentran en restaurantes, tiendas o lo que sale al paso. Intentan, entre otras cosas, hacer frente a los costosos préstamos que han de devolver a los bancos que han financiado sus estudios, muchas veces por valor de más de 100.000 dólares.
La situación se ha hecho tan insostenible que estudiantes de más de veinte universidades de Estados Unidos han emprendido una acción judicial conjunta contra sus facultades. Los demandantes alegan que sus centros conocían que esas cifras no eran reales, pero las mantuvieron para atraer a más estudiantes. De haber conocido la realidad, muchos aspirantes no se habrían matriculado”.
Es cierto que al terminar una carrera, después de haberte llevado estudiando toda tu vida, lo primero en lo que piensas es encontrar un trabajo digno y que sea acorde al nivel de los estudios que has realizado, pero en muchas ocasiones esto no es posible; sobre todo en los tiempos que corren. Entiendo perfectamente el enfado de estos jóvenes recién salidos de la carrera de derecho en EEUU al no encontrar trabajo, pero pienso que también deberían ser un poco más pacientes y seguir buscando, ya que no sólo son ellos los que no encuentran trabajo.
La cruda realidad es que ahora la situación está muy, pero que muy mal para el tema de encontrar empleo en la actualidad, sobre todo en nuestro país. Si todos las personas que no encuentran trabajo en España demandasen a sus universidades por no encontrar trabajo, tal y como lo han hecho estos alumnos de EEUU, sería un completo caos...
Mercedes Redondo Alonso
No estoy para nada de acuerdo con la opinión que Mercedes ha expuesto al final de la noticia y me parece preocupante que se piense así.
ResponderEliminarNo hay que olvidar que no es cuestión de protestar porque sí como piensa mi compañera, que sí que es verdad que en tiempo de crisis las ofertas laborales son mucho más pequeñas y frustran las aspiraciones de los estudiantes pero una cosa es eso y otra cosa es que estafen a los estudiantes.
Enterándome e informándome un poco más sobre el tema he encontrado los nombres de estas prestigiosas universidades de las que hablas sin concretar en ninguna, una de las afectadas es Harvard. Todos conocemos esta universidad y de hecho dicen que es una de las más buenas del todo el mundo. Cualquier alumno que tenga la oportunidad desearía irse para allá ¿Por qué? Pues porque precisamente garantizan la mejor preparación y una salida inmediata y de categoría. Esto no es gratis ni mucho menos, piden matrículas abusivas, endeudando a los estudiantes.
Cuando estos chicos acaban de estudiar, después del esfuerzo y dinero y acaban en un McDonald, es cabreante y lamentable. Me alegro de que hayan denunciado porque siempre parece que se presiona y estafa al que menos recursos tiene, al que menos podrá protestar y no es justo que jueguen con la ilusión, trabajo, dinero y esfuerzo de los jóvenes. Si no son capaces de dar salida laboral que lo indiquen, que bajen las matrículas y que sea conocido por todos, que de hecho sabemos de este caso porque lo han denunciado, asi que por mi parte, la iniciativa espero que sea todo un éxito.