El pasado 14 de marzo un terremoto
de 6,8 grados en la escala de Richter sacudió el norte de Japón y saltó la
alerta de tsunami.
El 11 de marzo de 2011, un
terremoto y un tsunami arrasaron el noreste de Japón, que se saldó con cerca de
20000 víctimas. Desde entonces ha habido 6 alertas de tsunamis en Japón y 10 en
el Mundo, aunque fueron levantadas al poco tiempo.
El 28 de marzo se produjo un
terremoto de 6,5 grados en la escala de Richter en Miyagi y se emitió la alarma
de tsunami. Hora y media después fue levantada.
Otra alarma cancelada al poco
tiempo se produjo seis días después en la isla de Java, provocada por un
movimiento sísmico de 6,7 grados en la escala de Richter.
Un seísmo de 7,4 grados en la
escala Richter en la costa del nordeste de Japón el 7 de abril provocó una
alerta de tsunami que fue retirada una hora después.
Cuatro días más tarde se emitió
una nueva alerta tras un terremoto de 7,1 grados en la escala Richter que
sacudió el nordeste de Japón. Fue retirada una hora después.
Un movimiento telúrico de 7,8
grados en la escala de Richter golpeó Kermadec el 6 de julio y provocó una
alerta de tsunami en Nueva Zelanda retirada horas después.
Cuatro días después un seísmo de
7,1 grados en la escala de Richter golpeó el nordeste de Japón. Se emitió una
alerta de tsunami que fue cancelada en 2 horas.
El 19 de agosto un terremoto de
6,8 grados en la escala de Richter
golpeó la costa de Fukishima. Se produjo una alerta de tsunami que se
canceló en 40 minutos.
El 2 de septiembre se produjo un
movimiento sísmico de 7,1 grados en la escala de Richter en el archipiélago de
Fox. El Instituto Geológico de Estados Unidos (USGS) emitió una alerta de
tsunami, que levantó en aproximadamente una hora.
El 21 de octubre se registró un
terremoto de 7,6 grados en la escala de Richter en las islas Kermadec. En la
Administración Nacional de Océanos y Atmósfera (NOAA) de EEUU emitió una alerta
de tsunami que también fue cancelada.
Opinión
personal
La palabra tsunami es de origen
Japonés, y no es para menos. Desde el 11 de marzo de 2011 en el que se
produjera el tsunami y el terremoto que arrasó Japón, se han producido 10
alertas de tsunamis en el mundo, y 6 en Japón. Ésta isla sufre tantas alertas
porque se encuentra ubicada entre una zona de gran movimiento de placas tectónicas.
Está encima
de una zona de subducción; en este caso en particular la placa del Pacífico se
va poniendo por debajo de la placa continental euroasiática. La continua
fricción entre estas placas acaba derivando en grandes terremotos. El
20% de los terremotos más importantes que ha habido en los últimos 10 años han
sucedido en Japón.
En cambio es un país bien
preparado para cualquier terremoto o cualquier tsunami. Los japoneses aprenden
desde bien pequeños las medidas que se deben tomar en caso de un movimiento
sísmico fuerte.
Qué lugares son mejores para resguardarse, dónde está el refugio más cerca de
su casa, tener siempre una mochila con las cosas de primera necesidad
preparada, como alimentos o medicamentos. Los colegios realizan, al menos una vez
al año, simulacros como medida de seguridad.
Pero también hay más. En un país como Japón el
peligro no solo viene de la tierra sino también del mar, por eso Japón creó un
sistema de detección de tsunamis. A través de la constelación Iridium, una
red de boyas conectadas por satélite, se detecta cualquier movimiento
de tierras en el fondo marítimo y los cambios de nivel del mar con el fin de captar cualquier posible
génesis de un tsunami. Cuando esto sucede se envía una señal y se activan las
alertas: la web de JMA (la Agencia Meteorológica de Japón) y la televisión
ofrecen un mapa informativo sobre los niveles del mar, además de avisos por
megafonía en las playas, puertos y calles advirtiendo de potenciales peligros
de tsunami.
Se puede decir que, aunque esté en una zona muy
delicada, Japón está bien preparada contra ese tipo de fenómenos.
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