El problema del agua no es cosa del futuro, sino de
ahora, ya que lleva afectando a nuestro país desde hace años.
Para la explotación de mantos acuíferos subterráneos se
ha invertido más del 10% del PIB del país.
En países en desarrollo el 70% de los pobres no tienen
acceso al agua potable, y en América Latina 130 millones de personas viven sin
agua potable. Además la disponibilidad de agua por habitante ha bajado,
distanciándose de la medida recomendada por la ONU en mil 300 metros cúbicos.
Otro problema
es la contaminación del agua potable, ya que más del 75% de las aguas
residuales son arrojadas al medio ambiente sin tratamiento alguno, provocando
que más de 10 millones de personas mueran al año por enfermedades vinculadas al
agua.
En América
Latina sólo el 14% de las aguas residuales son tratadas, y el 40% de los
residuos sólidos no son dispuestos adecuadamente. Esto contamina la tierra y
los cuerpos de agua.
La escasez de
agua preocupa cada vez más en la población y esto obliga a darle un uso
eficiente.
El modelo del
agua en España no está dando resultados. Se debe de garantizar la
sustentabilidad y los servicios ambientales que prestan los cuerpos de agua.
Explotar los
cuerpos de agua implica condenarlos a su desaparición y eliminar la posibilidad
de resolver este tema a largo plazo.
Opinión personal
El problema del agua es muy
grave y se deben tomar medidas de inmediato.
Según una encuesta
del Eurobarómetro, tres cuartas partes de los europeos piensan que la UE debe
proponer medidas suplementarias para abordar los problemas del agua en Europa.
La UE examinará los problemas del agua en el Blueprint to Safeguard
European Waters (plan rector para la
protección de las aguas europeas) previsto en noviembre de 2012.
Algunas
organizaciones, como Greenpeace y la Fundación Vida Silvestre Argentina, están
trabajando en una campaña para conseguir un compromiso, para llevar a cero los
vertidos contaminantes a los cursos de agua, proponiendo una ley que establezca
la realización de un registro anual, obligatorio y absolutamente público del
uso y emisión de contaminantes, por parte de las industrias.
Los
gobiernos en lugar de establecer medidas destinadas sólo a controlar la
contaminación, deberían promover normas para prevenirla. Es común implementar
sistemas de tratamiento, que a menudo crean nuevos problemas ambientales,
aplicados al final de los procesos industriales una vez generados los residuos.
Los gobiernos deberían desarrollar políticas que favorezcan los productos de
vida útil prolongada, las fuentes de energía limpias y renovables, el uso de
materiales no tóxicos y reciclables y las tecnologías de producción más limpias.
Que se solucione el problema del agua
depende de cada individuo. Si no se vierten residuos a los cuerpos de agua y se
le da un uso eficiente a esta, el problema del agua irá desapareciendo.
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