Corría el años 1955. En la década de los 50 EEUU estaba sumida en una segregación social muy fuerte. Los negros, apenas tenían derechos, los trataban poco mejor que a los animales. Ejercían los puestos de trabajo que nadie quería, tenían baños a parte, prohibida la entrada en ciertos restaurantes, la justicia siempre era más dura para ellos, incluso tenían unos sitios asignados en el autobús...
Sitios asignados en el autobús. Aquí empezó todo. Rose Parks se negó a ocupar la parte trasera de un autobús de Montgomery, como le correspondía por ser negra, y se sentó en uno de los asientos reservados para los pasajeros blancos, desafiando las leyes profundamente segregacionistas de Alabama. La actitud de Parks le costó la cárcel, una multa de 14 dólares y el puesto de trabajo a ella y a su marido. Su castigo fue la causa de un boicot al servicio de autobuses, que portagonizó hasta entonces un desconocido Martin Luther King. Éste siempre reconoció la acción de esta mujer como clave para el estallido de las movilizaciones por los derechos civiles y sociales.
Obama que sentenció "Yo estoy aquí por ella" colocando la estatua de Rose Parks junto con la colección de estatuas del Capitolio, siendo la primera afroamericana, que es el símbolo de la lucha de los derechos civiles. El presidente, también se sentó en el autobús en el que ella se rechazó a aceptar las injustas reglas establecidas.
Esta noticia es para todo aquellos que creen que una pequeña acción nunca servirá para nada. Para enseñarles que sí que sirve si realmente se cree que algo que no es justo se puede cambiar, y creo, que no he podido encontrar mejor ejemplo. ¿Qué opináis?
Clara Beltrán Sanz
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