No
parece la misma mujer. Amina Tyler, una tunecina de diecinueve años, tuvo la
osadía de colgar en Facebook el pasado día 1 de marzo una foto suya con el
torso desnudo. Aparecía maquillada, fumando y con una leyenda en árabe en su
pecho: “Mi cuerpo me pertenece y no representa el honor de nadie”.
A los
pocos días de exhibir su atrevida foto cuenta que charlaba con unos amigos en
una cafetería del centro de Túnez cuando un primo suyo y su padre la
sorprendieron agarrándola con fuerza y llevándosela a casa. Su secuestro movió
a las activistas de Femen a emprender una campaña acerca de Amina Tyler.
La joven
escapó del encierro el 15 de abril y ha contactado desde su escondite con
Femen. Dice que pasó varias semanas en casa de su tía, privada de comunicación
con el mundo exterior, golpeada, aturdida por los medicamentos que le daban
para que estuviera tranquila y obligada a estudiar el Corán y escuchar a un
imán durante varias horas al día. Hasta que huyó.
Su madre
ha declarado a la agencia France Presse temer por su hija porque lleva seis
años en tratamiento psiquiátrico. Es la explicación que siempre ha dado la
familia: que está loca. “No es ella la que está loca”, dice la abogada, “es la sociedad la que está loca”.
El
mensaje de Femen está calando con especial fuerza en los países árabes, donde
las mujeres ven retroceder sus derechos. Allá donde se extiende el velo
integral como un deber religioso inexcusable.
La abogada de Amina Tyler le ha recomendado
que abandone Túnez. Puede ser condenada a seis meses por escándalo público.
Ella está dispuesta a irse. Pero antes, ha dicho, hará otra protesta. En
toples.
Me parece perfecto que se usen formas diversas de denunciar injusticias.
El tratamiento informativo que se le dedica a los cien mil actos de protesta que se hace todos los días es insultante, pero en cuanto una mujer utiliza su cuerpo como medio de reivindicación, se paraliza el mundo,pero no porque la sociedad capte el mensaje que ella quiere trasmitir, sino porque seguimos viviendo en un mundo patriarcal que ve y trata a muchas de las mujeres como objetos de deseo.
Nos cansamos de decir que el desnudo femenino ya está normalizado en nuestra sociedad "igualitaria, pero si eso fuera cierto esta forma de protesta no tendría la mayor importancia y las portadas con desnudo dejarían de vender.
Asusta ver a una mujer con burka. Y es triste saber que ha hecho falta llegar a esto, a este extremismo para que la gente comience a reaccionar.
Son lo islamistas los que ejercen la violencia obligando a sus mujeres a cubrir sus cuerpos y hacerlas sentir como una raza inferior.
Cada persona, hombre o mujer, tiene que luchas por mostrarse tal y como es.
María Giles.
Me parece genial la protesta y la forma en la que lo ha hecho esta mujer, y la respeto por no tener miedo y enfrentarse a una verdad que para los islamistas es pecado. Pero las mujeres no pertenecemos a nadie, somos libres de hacer lo que queramos con nuestras vidas y con nuestro cuerpo y no, no somos inferiores a los hombres, somos iguales.
ResponderEliminarEs triste que ahora Amina Tyler tenga que dejar su país, pero si este no la respeta, es lo mejor que puede hacer. Y espero que tenga mucha suerte en su próxima manifestación y que aunque no consiga que la gente de su país cambie, espero que las mujeres que se encuentran en la misma situación, reprimidas por estos prejuicios de la sociedad islamista, se levanten y acaben de una vez por todas con la situación de machismo en la que se encuentran.